Testimonio
La Brigada 38 “Me quiero sentir bonita” realizada el Lunes 14 de mayo 2018 para atender a mujeres privadas de su libertad se realizó simultáneamente en dos lugares, en el Centro Femenil de Readaptación Social Tepepan. Ciudad de México, CDMX. y en el Reclusorio Femenil Nezahualcóyotl. Edomex.
Esta brigada nos impregnó el alma de diversas emociones, sensaciones, una experiencia, una vivencia contrastante que nos sensibiliza la piel, el corazón… y que en algunos casos hizo que brotaran lágrimas que otros contuvimos o desbordamos en nuestro interior.
Así se vivió en Neza…
Estilistas voluntarias con entusiasmo se dieron cita en la Biblioteca Vasconcelos para desplazarnos al Reclusorio Femenil de Nezahualcóyotl Edomex. Un autobús cargado de ilusiones, e incertidumbre, risas, selfies, fotos grupales, un desayuno improvisado, y muchas dudas de lo que íbamos a encontrar.
Con entusiasmo llegamos al reclusorio, nos tomamos las fotos, conocimos a la gente amable de la Fundación Rebeca Lan quienes nos recibieron con alegría, Aziel y Eliana Cohen Lan quienes nos dieron playeras de color rosa con el logotipo de la fundación y distinguirnos. Un buen número de integrantes venían del CREA: Pamela Ivette, Erika, Diana Mayra, Wendy, Mercedes, Alejandra, María Guadalupe, Karla Pamela, Claudia, Fabiola, Pamela Roxana, Elena Janette, Noemi, Tania, Karla Ximena, Leticia, Elizabeth, la Profesora María Cordero y la Coordinadora Ana Laura Malagón. Se integró otro grupo enviado por Tony Carrera: Walter, Karina, Susana y Julia. También nos acompañó José Neftalí y los brigadistas: Israel, Micky, Lalo, Jessy, Esther, Lupita, Diego Sexto y Lilian Alcántara.
Una vez que teníamos la playera puesta y haber pasado lista de asistencia, nos abrieron la primer puerta de 7, para ingresar al penal, con solo las herramientas requeridas y credencial en mano, nos anotamos en una lista de ingreso, pasamos la segunda puerta y llegamos a un cuarto de dos puertas donde nos revisaron físicamente y cerciorarse que efectivamente solo ingresábamos con el material documentado, luego seguimos por un pasillo donde el fuerte olor a comida y un calor evidente nos indicaron que debíamos registrarnos a otra lista, luego pasamos dos puertas más y vimos la luz… la última puerta, una reja custodiada por varios elementos de seguridad, estábamos por fin en el patio donde se realizarían las actividades.
Como un patio de escuela rodeado de paredes pintadas de verde y blanco de entre 20 y 25 metros de altura donde vimos decenas den ventanales enrejados donde las reclusas podían vernos, pero nosotros a ellas no, solo siluetas y dedos que entresalían al igual que los gritos con los que se comunicaba entre ellas, saludaban a sus compañeras, internas que salían al patio para ser apapachadas por los estilistas.
Había una explanada como para hacer eventos culturales, con una pared que tenía un mural con unos pájaros muy coloridos y gigantes, un tema paradójico de libertad… ahí estaba el aparato de sonido que puso el ambiente y rompió la tensión entre brigadistas y reclusas que se integraron en un círculo de 33 sillas, un círculo donde surgió la magia de la integración humana, el apapacho estético y una visita al interior del alma de algunas de las internas que expresaban su agradecimiento e inquietudes con estos “seres extraños” que venían a cortarles el cabello, peinarlas, embellecerlas, levantarles el ánimo con un cambio de look.
Aziel nuevamente nos dio la bienvenida y les dedicó a las reclusas unas palabras con motivo del día de las madres, Eliana Cohen Lan, les dedicó dos canciones de propia letra y voz a las internas, no hubo protocolos oficialistas con esos discursos largos que ya conocemos, no, todo fue integración desde el inicio, no hubo necesidad de romper el hielo, el oficio de los estilistas lo hizo, haciendo sentir un ambiente familiar y entre amigos.
Conforme terminaban de cortarles el cabellos, se les ofrecía una rebanada de pastel que les ofreció la Fundación Rebeca Lan, salían contentas, muy felices, algunas no sabían expresarlo cuando les pregunté si les había gustado el corte pero les brillaban los ojitos de alegría y acentuaban a decir “sí” con la cabeza, las más jóvenes no paraban de hablar y sonreir, parecía la hora del recreo, algunas chicas en un acto de agradecimiento regalaron a los brigadistas cigarrillos, un tesoro muy valioso para ellas, y desde las ventanas los aventaban al patio en señal de agradecimiento. Eso fue muy emotivo.
Las internas salían en grupos, estaban clasificadas en módulos, al final se atendieron cerca de 270 y a 7 menores de edad, pequeñitas que eran hijas de algunas de ellas y que nos rompieron el corazón con historias que no podemos contar.
Llegó la hora de “pasar lista” y las internas tuvieron qué salir del “apapacho estético” por unos minutos, momento que fue aprovechado para que Micky, estilista muy querido, fuera aventado al ruedo y cantara unas canciones dedicadas a las mujeres del penal, los aplausos no se hicieron esperar y empezó la bohemia generalizada y los gritos para pedir “otra, otra, otra!”, el apapacho estético pasó de las tijeras al micrófono y se transformó en concierto que ablandó los corazones en el interior del penal, y vino el silencio, nos solicitaron que bajáramos el volumen para poder “pasar lista a las internas”, de entre el silencio se comenzó a escuchar desde una ventana a lo alto “Cielo Rojo” con la voz dulce de una interna, y algunas compañeras desde lejos le gritaban que se callara y que mejor cantara Micky, el bulling disminuyó porque ella hizo caso omiso de los gritos y algunos brigadistas le hicimos segunda hasta terminar la canción…. Fue sublime ese momento, jamás lo olvidaré, “Cielo Rojo” surgido del anonimato de una interna, con esa valiente voz tierna en un patio donde solo había brigadistas, una canción dedicada a todos los presentes, el canto de un ave como los pintados en el mural, surgido desde una jaula fría… canto saliente desde la altura, por momentos nos olvidamos que nos habían pedido silencio, porque no podíamos dejar de cantar ese “Cielo Rojo”…. Y aplaudimos con el corazón en la mano…
Y bueno, luego de pasar lista volvieron a salir las internas y proseguimos con el apapacho, algunas de ellas se encargaron de poner la música, rock en español, rock en inglés, los sesentas y setentas… no aguantamos las ganas de echarnos el “palomazo” cuando pusieron “Stand by me” (quédate conmigo)…
Algunas de las internas donaron su cabello, la mayoría de ellas lo tenía muy largo y se necesitaba un permiso especial para realizar el corte, conté 5 trenzas de esas mujeres de gran corazón que valientemente regalaron su cabello para una causa noble.
Las internas dieron las gracias, se levantaban felices, salían satisfechas y entre abrazos entre ellas expresaban su alegría, nos pidieron que viniéramos más seguido… esperemos que así sea.
Terminado el evento y después de cruzar las 7 puertas de regreso, la Fundación Rebeca Lan en voces de Aziel y Eliana dieron un reconocimiento a tod@s los participantes de esta megabrigada, y se intercambiaron experiencias de esta emotiva brigada.
Personalmente les pregunté a varias de las participantes que cómo se sentían después de terminar las labores, me dijeron que sí estaban nerviosas y con miedo cuando entraron al reclusorio, pero que al llegar al patio se relajaron y ya al verse con todas esas chicas de playera color rosa en ese círculo mágico de apapacho estético se sintieron mejor y al final se fueron satisfechas con esta labor, y que están dispuestas a participar en futuras brigadas.
Gracias a la Fundación Rebeca Lan por tan loable iniciativa, Aziel y Eliana Cohen Lan, dos seres extraordinarios con un gran corazón que nos hicieron sentir “familia”, a las chicas del CREA por su entusiamo y colaboración, a José Neftalí que llegó como independiente de «CleanStep & HairCuts», al grupo de Tony Carrera y por supuesto a Diego Sexto, estilista urbano itinerante creador de las BBI. Entre todos se formó una amalgama de corazón altruista y se logró la realización de esta brigada, la número 38 y vamos por más, mientras haya mujeres y grupos vulnerables de la sociedad, ahí estarán las Brigadas de Belleza Itinerante para realizarles el apapacho estético porque lo merecen, porque tienen derecho a la belleza.
Gracias Lilian Alcántara (Vocera de las Brigadas) por tu incansable labor.
Texto: Frank Cano. Fotógrafo y editor de las BBI.
Galería Fotográfica cortesía de Israel, Mercedes y Frank Cano.
Así se vivió en Tepepan…
Un grupo nos dimos cita en la estación del tren ligero Periférico, había caras nuevas, voluntarios que asistían a una brigada de belleza por primera vez, ya reunidos tomamos un taxi para llevarnos al Centro de Readaptación Social de Tepepan donde nos encontramos con un grupo de diez estilistas más que nos esperaban, coordinados por el maestro Lázaro Flores. Unos minutos más tarde se unieron el equipo de Befazo comandado por Albert Pelukas y Fany.
A nombre de Diego Sexto creador y fundador de Las Brigadas de Belleza Itinerante me tocó dar la bienvenida ya que por primera vez estaba ocurriendo una Brigada de Belleza simultánea en el Reclusorio de Nezahualcóyotl en donde Diego se encontraba.
Emocionados y con una dosis de incertidumbre nos integramos con las personas de la Fundación Rebeca Lan, nos recibió la presidenta Rashel Cohen Lan. Se pasó lista de asistencia y comenzamos a entrar con el equipo en mano y bolsas de comida y artículos de uso personal que la fundación llevaba. Una primera lista, revisión de bolsas y revisión personal, un sello y una lista más! y por fin tuvimos contacto con las internas que se iban a apapachar. Llegamos al lugar asignado con mesas y sillas y listos para iniciar. Las internas felices de recibir el apapacho estético.
Vimos rostros conocidos, ya que es la tercera vez que visitábamos ese lugar, chicas ansiosas por tener un corte de cabello… Llegó un grupo del área de psiquiatría que también recibieron su apapacho y fueron tratadas de la misma forma, con un gran respeto, y amor, salieron con una gran sonrisa. Mientras realizábamos los cortes y peinados, en el patio había música y clase de zumba, y no faltó quien le diera rienda suelta al cuerpo contagiándonos su alegría.
También hubo pasteles y comida para las internas de parte de la Fundación Rebeca Lan, con motivo del festejo del día de las madres.
Una chica de las internas resultó el centro de las miradas de parte de los estilistas, ya que ella realizaba unas trenzas impresionantes y terminó uniéndose a la brigada, nos llenó de admiración. Fue increíblemente bello su trabajo.
Entre cortes, trenzas, risas, vivimos un momento muy emotivo y que me quedó en la memoria fue el agradecimiento de las internas quienes regalaban cigarrillos, agua o chocolates, cosas de mucha valía para ellas, una muestra de corazón en señal de agradecimiento por el corte de cabello recibido.
Luciendo su nuevo «look» y y algunas su cabello trenzado nos reunimos en el área de visita. Aplausos, porras, bendiciones, abrazos y ésa mirada que me hizo sentir que el objetivo se cumplió. Un apapacho estético que alimentó mi alma, que nutrió mi corazón. El momento había llegado, la despedida, situación que aún apachurra mi corazón. «No nos olviden, regresen pronto, no somos malas y no nos abandonen» fueron palabras que se escuchaban en nuestro paso a la salida…
Recuerdo las caras de los brigadistas al inicio, reflejando su incertidumbre y algunas hasta con miedo, pero se fueron transformando conforme se realizaban las actividades y al final todas estaban radiantes de alegría y ya relajadas, satisfechas por haber logrado el objetivo.
Agradecemos a los participantes estilistas voluntarios que se unieron para hacer posible esta noble causa, la BBI 38:
Olga Nidia Valencia Luna
José Alberto Horcasitas Sánchez
Nadia Esthefani Martínez Landeros
Bruno Isaac Morales Sánchez
Daniel Cervantes Luna
María Del Carmen Gallardo Santiago
María Guadalupe Janneth Vargas Quezada
Aracely San Agustín Rosales
Lizbeth Márquez Flores
Lázaro Flores Ramírez
Magda Yazmin Aguilar Martínez
Rafael Salinas Mendoza
Yessica Rosas Hernández
Karla Alejandra Martínez Villa
Diego de Jesús Sánchez Acosta
Martín Olivares García
Silvia Patricia Guzmán Rivera
Marely Josefina Ortiz Guerrero
Tania Berenice Velasco Santillan
Gracias Rashel Cohen Lan por integrarnos en esta maravillosa brigada y por todas tus atenciones.
Texto: Olga Nidia Valencia. Presidenta de las BBI. Fotos de